LA APOYA ELIMINACIÓN DE LA DISCRIMINACIÓN RACIAL

ESCRIBE: OSWALDO HIDALGO SOLÍS

El 21 de marzo de 1960 se produjo la matanza de Sharpeville en Sudáfrica. La policía abrió fuego contra manifestantes que protestaban por la política del Apartheid. Murieron 69 personas negras entre mujeres y niños, hubo además otras 180 personas heridas. A raíz de este cruel hecho, la Organización de las Naciones Unidas ha declarado el 21 de marzo como el “día internacional de la eliminación de la discriminación racial”

El diccionario de la Real Academia Española indica que una de las acepciones de la palabra discriminar es “seleccionar excluyendo”. Seleccionar a una persona por pertenecer a determinada raza y excluir a las de otras razas, es una de las peores formas de atentar contra la dignidad humana. Todos los seres humanos tenemos el mismo origen, consecuentemente somos una única especie, la especie humana. El habernos dividido en diferentes razas, es quizá la mayor muestra de irracionalidad humana. 

Si bien es cierto, la discriminación racial se ha producido históricamente sobre personas que han sido denominadas de “raza negra”, recientemente (19 de marzo) en los Estados Unidos se ha producido la lamentable “masacre de Atlanta” donde un hombre blanco de 21 años asesinó a ocho personas en varios negocios de masaje, seis de ellas eran mujeres de ascendencia asiática. Una de las explicaciones que se da a este crimen, es la fobia que algunos desadaptados sienten por las personas asiáticas por el tema del Covid-19, que tuvo su origen en Asia.

Eliminar la discriminación racial implica la implementación de un todo un proceso educativo que sea consecuencia de un sistema educativo intercontinental cuya aplicación sea liderada por la ONU. La Teoría de la Unión de los 5 Continentes (TU5C), tiene entre sus pilares a la persona, la familia, vivienda, educación, salud, trabajo y alimentación. La discriminación racial daña a las personas y a las familias. La única manera de eliminar la discriminación racial es formando nuevos principios globales por medio de la educación, que nazcan desde el hogar, se continúen en los centros educativos y se apliquen en los centros laborales y los gobiernos. El ser humano debe interiorizar desde temprana edad la importancia de vivir en un planeta sin la hiriente discriminación racial. Mientras los países de los 5 continentes permanezcamos desunidos y con medidas aisladas para eliminarla, la discriminación racial seguirá denigrando a millones de personas.


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