ANTE LA CRISIS OCASIONADA POR EL COVID – 19 

OPORTUNIDAD PARA RECONSTRUIR EL PLANETA 

ESCRIBE: OSWALDO HIDALGO SOLÍS 

Los efectos del Covid-19 en el planeta Tierra, nos lleva a la necesidad de reconstruir el futuro de nuestra especie. En el presente artículo, el autor de la Teoría de la Unión de los 5 continentes plantea no sólo la necesidad de unirnos, sino que además, en base a un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sugiere reflexionar sobre los resultados que se vienen obteniendo con la aplicación del liberalismo económico"

¿Por qué esperar 500 mil generaciones más? La Teoría de la Unión de los 5 Continentes (TU5C) plantea que la reconstrucción del planeta Tierra debe iniciarse con un cambio de mentalidad. Lograr la paz y la vida en armonía en el marco del desarrollo sostenible para todos los habitantes del planeta no es una utopía.La TU5C plantea que, para alcanzar este objetivo, debemos iniciar un proceso que en fondo es educativo y requiere de una acción decidida por parte de los actuales líderes de todas las naciones, por medio de la ONU. 

Para iniciar el proceso de reconstrucción del planeta Tierra necesitamos un único plan de gobierno intercontinental que marque la diferencia en relación a los conceptos y teorías que poco o nulo beneficio nos han dado a lo largo de la historia. Las mentes más brillantes del planeta deben centrar sus esfuerzos para lograr un pensamiento que exponga de manera simple, las acciones que debemos desarrollar para desenvolvernos como verdaderos seres humanos. La TU5C plantea que la humanidad entera participe de un cambio cultural y social que logre nuevas mentalidades. No es correcto que el mundo sea conformista con el actual orden. Tenemos que formar nuevos principios globales, que nazcan desde el hogar, se continúen en los centros educativos y se apliquen en los trabajos y en los gobiernos. El ser humano debe interiorizar desde temprana edad la importancia lograr el pleno desarrollo de los habitantes de todas las naciones dejando de lado los nacionalismos exacerbados y el mal uso del término soberanía nacional. Esto sólo se podrá lograr mediante la implementación de una educación para la paz, diseñada como parte de este único plan de gobierno intercontinental.    

Los esfuerzos de la ONU como las METAS DEL MILENIO (2000 – 2015) y los OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE (2016 -2030) muestran la intención de esta importante organización, de trabajar por una nueva forma de vida entre las naciones, no obstante, esta buena voluntad se enfrenta a una estructura no democrática que actualmente viene beneficiando a un reducido grupo de naciones. Veamos a manera de ejemplo, el caso del comité de seguridad de la ONU. Está conformado por 15 miembros. Cinco miembros permanentes y 10 miembros no permanentes. Actualmente, los 5 miembros permanentes son: China, Francia, Federación de Rusia, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda. Los 10 miembros no permanentes son Alemania, Bélgica, Estonia, Indonesia, Níger, República Dominicana, San Vicente y las Granadinas, Sud África, Túnez y Viet Nam. Más de 50 Estados Miembros de las Naciones Unidas nunca han sido miembros del Consejo de Seguridad. Un Estado que es Miembro de las Naciones Unidas, pero no del Consejo de Seguridad podrá participar sin derecho a voto en sus deliberacionescuando el Consejo considera que los intereses de ese país se ven afectadas. La TU5C considera que no es correcto que la posición de un país miembro o no miembro que se sienta afectado por una guerra, no tenga voto. El buscar el bien del planeta por un lado y mantener la acumulación de poder de un reducido grupo de países por el otro, hace que los esfuerzos de la ONU carezcan de la acogida que realmente debieran tener.  

Para reconstruir el planeta Tierra, un aspecto muy importante a evaluar son los resultados de la globalización económica. El trigésimo octavo período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), realizado entre el 26 y 28 de octubre de 2020 produjo el informe denominado “CONSTRUIR UN NUEVO FUTURO, UNA RECUPERACIÓN TRANSFORMADORA CON IGUALDAD Y SOSTENIBILIDAD”1 En este informe se señala que las tres crisis de la economía mundial son: (1) bajo crecimiento e inestabilidad, (2) desigualdad social y (3) el daño al ambiente. En la página 17 se indica que: 

“El resultado paradojal es que la liberalización económica, en nombre de la eficiencia y el crecimiento terminó comprometiendo ambos objetivos. La inestabilidad que generó la hiperglobalización, las barreras a la coordinación de políticas fiscales para hacerlas más expansivas, el aumento de la desigualdad, la expansión de la precariedad laboral y social, el deterioro de la distribución funcional del ingreso y el endeudamiento de las familias, terminaron por afectar negativamente la demanda agregada. La coalición política detrás de la hiperglobalización argumentaba que la desigualdad sería compensada con creces por el crecimiento, pero solo generó niveles más altos de desigualdad con resultados muy inferiores a los esperados en términos de crecimiento, y claramente inferiores a los de la era de mayor intervención estatal y control de los movimientos de capital, los llamados “treinta gloriosos” (1945-1975). 

La apuesta exclusiva a la eficiencia de los mercados llevó a ignorar su múltiples “fallas” o, de manera más amplia, los resultados no deseables que se generan endógenamente cuando aquellos operan sin restricciones que equilibren el poder del capital y el trabajo, así como el interés privado y el interés público. Un ámbito en que estos problemas se manifiestan de forma especialmente dramática es el del medio ambiente. La incapacidad de los mercados de internalizar los costos de la destrucción del ambiente dio lugar a costos acumulativos que hoy ponen el riesgo las posibilidades de desarrollo de las generaciones futuras. La crisis ambiental se suma a la económica y social, y se expresa, entre otras manifestaciones, en la destrucción de los recursos naturales, la contaminación de las aguas, la tierra y la atmósfera, la reducción de la biodiversidad y la pérdida de los bienes comunes globales. Su expresión más aguda y de alcance mundial, aunque no la única, es el calentamiento global”. 

Como se puede aprecia en este informe, la globalización económica no está brindando los beneficios que pensaba, iba a brindar. Las tres crisis que se mencionan en el informe de la CEPAL son reales. La TU5C no es una teoría que brinde la solución a estas crisis, es una teoría que plantea la mejor forma de abordarlas en base a siete principios: la persona, la familia, educación, salud, vivienda, educación y trabajo, y mediante la aplicación de un único plan de gobierno intercontinental, bajo la premisa de que somos una sola especie y debemos compartir un solo himno, una sola bandera y una sola moneda.   Hoy, que estamos en la era de todos los conocimientos, es posible iniciar la reconstrucción de un planeta que ha quedado devastado por el Covid-19. Además del gran problema que está ocasionando la globalización económica, tenemos otros como xenofobia, homofobia, guerras, hambrunas, etc. que no se podrán resolver si los habitantes de los 5 continentes no nos unimos. La unión de los 5 continentes es la manera más eficaz de abordar la reconstrucción transformadora y sostenible de nuestro planeta.  

 


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